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Perusa explica: Machu Picchu

Perusa, con sus ojos grandes y curiosos y una gran sonrisa en su rostro, está parada sobre una roca imaginaria como si estuviera en el pico más alto de los Andes. Con un bastón en la mano, que para ella es un excelente bastón para caminar, comienza a explicar a los niños del mundo qué es Machu Picchu (a su manera, por supuesto).

“¡Entonces, muchachos! Machu Picchu es como un castillo de juegos *gigante*, pero para gente alta. Es como si los Incas, la gente genial de aquella época, pensaran: '¡Mmm, construyamos algo tan alto que hasta las nubes tengan que visitarnos!' ¿Y adivina qué? ¡Simplemente lo hicieron!
Perusa explica Machu Picchu Perusa balancea su bastón como una reina mostrando su castillo. “Allí arriba vivían, festejaban y probablemente hacían muchas cosas secretas, como... um, ¡quizás el *mayor* juego de escondite del mundo! Y nadie pudo encontrarlos porque se escondieron en la niebla. ¡Ja! Inteligente, ¿verdad?"

Salta un poco arriba y abajo, como si estuviera saltando por las terrazas de Machu Picchu. “Y luego tenían jardines que parecían enormes escaleras. ¡Imagínese si pudiera bajar corriendo las escaleras todos los días y simplemente comer fruta del jardín! Fantástico, ¿verdad?"
Perusa explica Machu Picchu
Perusa hace una pausa y sonríe con picardía. “¿Y sabes cómo pegaban las piedras de sus casas? ¡De nada! Las piedras eran tan perfectas que encajaban como... ¡como un rompecabezas! ¡Pero no un rompecabezas aburrido de la tienda, sino uno que nunca terminarás porque tiene muchísimas piezas!"

Finalmente, susurra dramáticamente: “¿Y por qué Machu Picchu sobrevivió tanto tiempo? Porque era un escondite secreto que las nubes protegían. No se encontró hasta mucho después, ¡como si Machu Picchu hubiera jugado al escondite y hubiera ganado!

Termina su discurso con una risa traviesa: “Así que si alguna vez vas allí, ten cuidado: ¡tal vez Machu Picchu todavía esté en juego!”.
(c) por Revista Perú