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Sinchi Roca – El Segundo Rey de los Incas

Revista Perú

Hace muchos siglos, mucho antes de que se inventaran los coches, los trenes o los aviones, los incas vivían en las montañas de América del Sur. El centro de su imperio era una ciudad llamada Cusco, ubicada en lo alto de los Andes. Allí reinó el segundo gran rey inca, Sinchi Roca. Su padre, Manco Cápac, había fundado el Imperio Inca, y tras él tomó el poder Sinchi Roca.

Sinchi Roca no sólo fue un rey, sino también un guía y protector del pueblo Inca. Su nombre significa “líder fuerte” o “roca sólida” en lengua inca, quechua. Esto muestra cómo lo veía la gente: como alguien que los guiaba y alguien en quien podían confiar. Era como una roca: fuerte, seguro y confiable.

Más allá de todos los límites

El comienzo del reinado

Sinchi Roca tomó el poder de manos de su padre cuando el reino aún era pequeño. En aquel entonces, Cusco era sólo una ciudad rodeada de unos pocos pueblos y campos. Pero Sinchi Roca tenía grandes planes. Quería hacer su imperio más fuerte y más grande para que pudiera proteger no sólo a su familia sino también a toda la gente del Cuzco.

Una de sus primeras tareas como gobernante fue ampliar aún más la ciudad del Cusco. Sinchi Roca ordenó que se construyeran más casas y campos para que todos tuvieran suficiente espacio. Mucha gente trabajó para ampliar los campos alrededor de la ciudad para que hubiera más comida. Sinchi Roca creía que su pueblo sólo podía ser fuerte si tenía suficiente para comer.

roca sinchi

La importancia de la agricultura.

Los incas vivían en una zona donde la tierra no siempre era fácil de cultivar. Las altas montañas y las empinadas laderas dificultaban el cultivo de alimentos. Pero Sinchi Roca tenía una solución. Hizo construir muchas terrazas: son escalones excavados en las laderas de las montañas para que la gente pudiera cultivar plantas allí. Estas terrazas ayudaron a aprovechar mejor el agua y evitaron que el suelo fuera arrastrado.

Gracias a estas terrazas, los incas pudieron cultivar más maíz, patatas y otros cultivos. Sinchi Roca también se encargó de que hubiera cuartos de almacenamiento para la cosecha para que la gente tuviera suficiente para comer incluso en épocas sin lluvia. Esto era particularmente importante porque a veces había sequías en los Andes, épocas en las que llovía poco y la cosecha era mala. Con los suministros que acumularon, la gente estaba bien preparada y no tenía que preocuparse por pasar hambre.

El crecimiento del imperio

Sinchi Roca no sólo fue un buen organizador sino también un hábil guerrero. Quería expandir el territorio inca para que aún más personas pudieran vivir bajo el dominio del Cusco. Entonces envió a sus guerreros a las zonas circundantes para expandir el imperio. Los guerreros incas lucharon contra otras tribus, pero en ocasiones Sinchi Roca también intentó incorporar nuevos territorios a su imperio a través de la amistad y la negociación. Cuando aceptó una nueva aldea en su imperio, se aseguró de que la gente allí fuera acomodada y se sintiera segura.

A través de esta expansión, el Reino del Cusco poco a poco se convirtió en un verdadero imperio. Cada vez más personas vivían bajo el dominio inca y muchas tribus diferentes pasaron a formar parte de este gran imperio. Las personas ya no tenían que luchar entre sí, sino que podían vivir juntas en paz y trabajar juntas. Esto hizo que el imperio Inca fuera más fuerte y poderoso.

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La infraestructura inca

Otra tarea importante que emprendió Sinchi Roca fue la construcción de caminos. Se dio cuenta de que el imperio sólo podría gobernarse bien si las distintas ciudades y pueblos estaban conectados entre sí. Comenzó a construir caminos que conectaban la ciudad del Cusco con otros lugares. Estos caminos a menudo estaban muy bien construidos: pasaban por montañas y ríos y, a veces, estaban compuestos de grandes piedras. Posteriormente, estos caminos también ayudaron a los mensajeros incas, quienes debían llevar mensajes rápidamente por todo el imperio.

Sinchi Roca sentó así las bases de la gran red de carreteras que construyeron posteriormente los incas. Estos caminos eran importantes no sólo para los mensajeros, sino también para los comerciantes que llevaban mercancías de un lugar a otro y para los soldados que debían proteger el imperio. Entonces, la gente del Imperio Inca se volvió cada vez más estrechamente conectada entre sí y el imperio se volvió más estable.


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Mitos y leyendas

La vida de Sinchi Roca está llena de historias transmitidas de generación en generación. Los incas no tenían un sistema de escritura para escribir su historia, por lo que la gente las contaba de forma oral. No fue hasta que los españoles llegaron a Sudamérica, muchos años después, que se escribieron las historias. Esto significa que algunas partes de su historia no se pueden verificar con precisión y no sabemos si sucedieron exactamente igual. Algunas historias sobre Sinchi Roca se parecen más a leyendas y lo describen como particularmente valiente y fuerte.

Se dice que Sinchi Roca no sólo fue un buen rey sino también muy sabio. Se dice que alentó al pueblo inca a trabajar siempre juntos y cuidarse unos a otros. Enseñó a su pueblo que era importante utilizar bien la tierra y asegurarse de que todos tuvieran suficiente para comer. Estas enseñanzas ayudaron a los incas a convertirse en un pueblo grande y fuerte.

El legado de Sinchi Roca

Sinchi Roca ahora es considerado uno de los primeros gobernantes del gran Imperio Inca. Aunque no conocemos todos los detalles de su vida, él sigue siendo una parte importante de la historia. Expandió el imperio, se preocupó por la gente y sentó las bases de lo que más tarde se convertiría en el poderoso Imperio Inca.

Gracias a sus esfuerzos, el pueblo inca se fortaleció y la ciudad del Cusco se convirtió en un centro importante. Sinchi Roca se aseguró de que la gente tuviera suficiente para comer y de que la tierra inca creciera. Construyó caminos, campos y terrazas que se utilizaron mucho después de su época.

Sinchi Roca sigue siendo un símbolo de fuerza, sabiduría y liderazgo hasta el día de hoy. Mostró la importancia de cuidar a los demás, utilizar bien la tierra y trabajar juntos. Es recordado en la historia inca como la “Roca Fuerte” que trajo seguridad y crecimiento a su pueblo.