Un nuevo informe del Instituto Nacional de Estadística (INEI) muestra un preocupante aumento de la pobreza en el Perú. Entre 2022 y 2023, la proporción de la población en situación de pobreza aumentó del 27,5% al 29%, lo que corresponde a unos 9,8 millones de personas. La pobreza extrema también aumentó 0,7 puntos porcentuales durante el mismo período y ahora afecta al 5,7% de la población, alrededor de 1,9 millones de personas.
Según el INEI, se considera pobre a una persona si no tiene ingresos suficientes para financiar una canasta básica de alimentos y otros bienes y servicios necesarios. En 2023, el coste medio mensual fue de 446 soles (unos 111 euros), aunque existen fuertes diferencias regionales. Se considera extremadamente pobre a quien no puede ni siquiera comprar la comida de este carrito de la compra, cuyo límite es de 251 soles (unos 62 euros).
El aumento de la pobreza es particularmente notable en las zonas urbanas, mientras que disminuyó ligeramente en las zonas rurales. Sin embargo, la pobreza en las zonas rurales sigue siendo significativamente mayor (39,8%) que en las zonas urbanas (26,4%). Las poblaciones indígenas y los niños se ven particularmente afectados. Los hablantes nativos de lenguas indígenas tienen una tasa de pobreza siete puntos porcentuales mayor que los hispanohablantes, y las tasas de pobreza extrema son casi el doble (9,1% vs. 4,8%). La pobreza infantil es del 43,3% entre los menores de seis años y del 39,3% entre los de seis a once años. En las zonas rurales, más de la mitad de los niños de estos grupos de edad son pobres.
Además, se considera que el 31,4% de los peruanos están en riesgo de caer en la pobreza, lo que significa que más del 60% de la población es pobre o está en riesgo de caer en la pobreza. A pesar de una disminución de 0,9 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, esta cifra sigue siendo alarmantemente alta.
El gobierno fue acusado de querer retrasar o impedir la publicación del informe del INEI, lo que el primer ministro Gustavo Adrianzén negó. Pidió que las cifras se vean "sin alarmismos" y apuntó a un crecimiento económico del 2,85% en el primer trimestre de 2024. Adrianzén se mostró confiado en que las cifras de pobreza bajen pronto.
La presidenta Dina Boluarte atribuyó la alta tasa de pobreza a las protestas contra su toma de poder en diciembre de 2022. Estas protestas y su violenta represión desestabilizaron el país durante meses. El portal de noticias Infobae, por el contrario, cita como principales motivos la débil situación económica y la elevada inflación. En 2023, la inflación alcanzó un máximo del 9,3%, e incluso del 16% en el caso de los alimentos, mientras que los ingresos solo aumentaron un 4,5%. Las familias de bajos ingresos, que gastan alrededor del 40% de sus ingresos en alimentos, se ven especialmente afectadas.